jueves, 30 de agosto de 2007

Viví en una casa…

Viví en una casa
con nido de vencejos,
a veces se caían
las crías de los nidos
y yo las recogía…

Las volvía a su nido…
las curaba.
si falta les hacía.
Con algodón tapaba
el agujero hecho,
por donde se caían …

Me servía de compaña
oír el alboroto
de las crías piando
pidiendo su sustento,
y el vuelo de los padres….
¿qué habrá sido de ellos?

Abandoné la casa
por irme tras los pasos
de mi hija y mis nietos,
y… ahora ya no tengo
de los míos, la compaña…
ni la de los vencejos.
*

MARÍA ALCARAZ